¿Está en peligro el Gobierno de Zapatero? Los problemas y las oportunidades que baraja el Presidente

-          En la cúpula del PSOE hay preocupación por la gestión del Grupo Socialista en el Congreso, ahora dirigido por José Antonio Alonso y Eduardo Madina. La marcha de Ramón Jáuregui, gran negociador, ha causado desconcierto, y se ha lamentado su ausencia tras el sonoro fracaso cosechado esta semana con la votación del IRPF, finalmente tumbada por CiU, con la consiguiente irritación a aliados naturales del PSOE como son Joan Herrera y Gaspar Llamazares, del grupo IU-ICV.

-          Son ya más de diez las votaciones perdidas por el PSOE en el Congreso, y para no perder otras se ha cambiado el sentido del voto en el último momento. Se critica, por apática, la figura de Alonso, en tanto que Madina, pese a su buena fama, peca de inexperiencia. El malestar se hace sentir dentro del propio grupo socialista en el Congreso, con un buen número de ‘olvidados’, de Solbes a Fernández Bermejo o Jesús Caldera, entre otros muchos de menor protagonismo mediático.  

-          Con todo, la debilidad parlamentaria del Gobierno se ha exagerado. A este respecto, se recuerda que debilidad era lo que tenía Aznar con 148 diputados en 1996 y no Zapatero, con casi 170. Una clave para iluminar este punto radica en que el grupo parlamentario popular ha dejado escapar votaciones por inasistencia de diputados: no hay una llamada de cerrar filas para ganar votación por votación pues es un esfuerzo excesivo y sin tanta incidencia real, según afirman a ECD fuentes parlamentarias del PP. El propio PP no está lejos de sufrir graves derrotas parlamentarias, como la moción ‘in extremis’ acordada con UPN para detener la Ley del Aborto.

-          Para el día a día parlamentario, y sobre todo para la decisiva batalla de los Presupuestos a la vuelta de las vacaciones, Zapatero cuenta con el voto del diputado de UPN, con los dos de Coalición Canaria por el plan especial para las islas y con el voto prácticamente asegurado de ERC, que al menos en julio acepta unas bases “regulares” y “pasables” sobre la financiación autonómica para no rebelarse, según confirman fuentes republicanas a ECD. A esto hay que añadir los votos de IU-ICV pues, conforme a los diputados socialistas expertos en materia económica consultados por ECD, el Gobierno va a implantar en los próximos tiempos medidas que se engloban dentro del “giro fiscal a la izquierda”, pese a haber parado aumentos en la recaudación esta misma semana. “O bajas gastos o subes ingresos”, comentan a ECD. La Comisión de Presupuestos, reactivada estos días, destaca además entre todas por la amistad que tienen entre sí los distintos portavoces, todos muy experimentados (Marugán, Pujalte, Sánchez Llibre…)

-          Zapatero está ahora obligado a hacer plenos monográficos sobre Economía en el Congreso cada trimestre, con el desgaste mediático que ello supone en tiempos de crisis.

-          Por otra parte, PP y CiU, con el concurso puntual del PNV, pueden impulsar o detener medidas económicas, pero el acercamiento a los nacionalistas por parte de los ‘populares’ es todavía algo por concretar, más allá de coordinar iniciativas parlamentarias. Excluida, por supuesto, la moción de censura, no se detienen los rumores en torno al acercamiento a Durán en primer término y a Mas en segunda instancia, rumores alimentados por la propia CiU, en plena conmemoración de los Pactos del Majestic. Aun así, los acercamientos son más tímidos de lo que se ha dado en suponer. CiU y PNV tienen libertad para jugar sus cartas parlamentarias muy ventajosamente, y eso no siempre va contra el Gobierno. Para la Ley del Aborto, por ejemplo, se llegó a contar con el voto de oposición de un PNV que finalmente apoyó al Gobierno, quizá como moneda de negociación para que los vascos mantengan la diputación de Álava.

-          El frente del Estatuto Catalán puede amortiguarse notablemente si, según temen los partidos nacionalistas, el Constitucional opta por el “factor verano”, publicando su sentencia a finales de julio, generándose así menor incidencia en la opinión pública. Con todo, respecto de la financiación, ya hay Comunidades Autónomas preparando un frente de resistencia contra el Gobierno.

-          Un asunto que preocupa especialmente al presidente Zapatero es la situación del director del CNI, Alberto Saiz, de quien ya ha dicho que “le apoyará mientras siga”, frase que los comentaristas han juzgado como prototípica de Zapatero en su estado más puro: nadie apuesta por la continuidad de Saiz.

-          Otra preocupación que ha de afrontar Zapatero es que, por primera vez, hay grietas en el hasta ahora sólido edificio del PSOE: el papel de Leire Pajín, la situación en las federaciones de Madrid y de Valencia, la pérdida de votos en Andalucía, La Mancha y Extremadura y el descontento de muchos agraviados o abandonados por el presidente, especialmente ente la vieja guardia felipista. Y aún hay que sumar la pérdida de imagen de algunos miembros del Gobierno –Chacón o de la Vega, por ejemplo.

-          El mundo político trabaja desde hace un tiempo con el acontecimiento más importante que hay hasta las próximas elecciones generales: las elecciones catalanas, tanto para PSOE como para PP, son fundamentales porque implican cambios en los equilibrios de poder. Tras superar los escollos de financiación y Estatuto, la posibilidad de una “sociovergencia” se va diluyendo ante el ascenso en votos de CiU. Y se sospecha que CiU tenga el apoyo en la investidura y durante la legislatura del PPC. La extrapolación de los resultados de las Europeas abona la opción CiU+PP.

-          Un Gobierno exhausto y un Zapatero cansado han de afrontar aún una prueba durísima: la presidencia española de la UE, que cambia el rumbo de toda la Administración y reduplica responsabilidades y trabajos. Esta presidencia es, además, políticamente muy difícil porque, en principio, se ha de implementar el Tratado de Lisboa. Y no es previsible que el semestre español sea, conforme quería Zapatero, el semestre de la salida de la crisis.

-          Dentro de su temperamento cortoplacista, la clave del laicismo y los valores se discute: no es de descartar que Zapatero, contra lo que se ha dicho, apueste aún por esta carta. La tramitación de la reprobación al Papa en el Congreso, por ejemplo, depende de su voluntad personal.